La comida callejera en Marrakech es una locura! Desde los deliciosos tacos de pescado en Chez Abdou hasta los dulces en Roti d'Or, cada bocado cuenta una historia. Además, la atención del personal es de primera, con Houda asegurándose de que cada desayuno marroquí sea un festín increíble.

A pesar del despertar a las 5 a.m. del muecín, que te recuerda que estás en el corazón de Marrakech, el riad sigue siendo un rincón de paz. Mis amigos en la planta baja tenían un poco de dificultad con las ventanas y privacidad, pero eso no le quita brillo a su encanto.

El lugar ofrece un ambiente perfecto para relajarse después de un día explorando la ciudad. Recomiendo disfrutar de un rato en la terraza, que es ideal para desconectar del bullicio. La comodidad de las habitaciones es notable. Un momento destacado fue el desayuno, que se servía con amabilidad y era abundante. La atención del personal me hizo sentir como en casa.

Algunas calles para llegar son estrechas y concurridas, puede ser complicado atravesarlas, especialmente en horas punta. Los colchones son un poco duros.

Un rincón encantador en Marrakech

Disfruté del ambiente vibrante y la amabilidad del personal, siempre dispuestos a ayudar. Cada mañana nos sorprendían con desayunos deliciosos y variaciones de panes marroquíes que realzaban nuestra experiencia.

Sin embargo, algunas veces el servicio era un poco lento, especialmente cuando necesitabas algo extra y había que esperar una respuesta. Las callejuelas alrededor pueden ser un desafío en horas punta.

climatización en cada habitación, calma interior contrastante, acceso a Spa

Imposible localización sin ayuda!!! Acceso complicado por calles estrechas, no hay opciones para recibir visitas en el establecimiento. Las habitaciones son muy estrechas en comparación con lo que uno podría esperar en un lugar como este. ¡No hay ascensor!!!

la atención espectacular del personal y un desayuno marroquí inolvidable

Desde el momento en que llegamos a Riad L'Etoile D'Orient, fuimos recibidos con una calidez sorprendente por el personal. Lo más destacado de nuestra estancia fue el desayuno marroquí preparado por Huda, quien se aseguró de que cada mañana comenzáramos con una experiencia culinaria auténtica y deliciosa. Las instalaciones eran impecables, con una atención al detalle evidente en cada rincón del Riad. Sin duda, la tranquilidad que se respira en el interior ofrece un refugio perfecto del bullicio exterior de la medina. Además, el masaje que disfrutamos en el spa fue un verdadero lujo que hizo que nuestra estancia fuera aún más especial.

El Riad es encantador, estuve en la Biham Double Room. La decoración es preciosa, con un ambiente tranquilo que contrasta con el bullicio de la ciudad. Desayunar en la terraza es un lujo, la variedad de pan marroquí es deliciosa. La atención del personal fue destacable, siempre dispuestos a ayudar. Sin embargo, la ubicación tiene sus inconvenientes. Las calles alrededor son estrechas y a veces llenas de gente, lo que hace complicado el acceso. Tuve que lidiar con ello, especialmente en horas punta, lo que generó algo de estrés a la llegada. Los colchones podrían mejorar, algunos son un poco duros para mi gusto. A pesar de esto, disfruté cada momento en el Riad, que se siente como un refugio en medio del caos de Marrakech.

El Riad es un oasis de calma en medio del bullicio de Marrakech. La terraza, con vistas al cielo estrellado, es como un sofá gigante donde uno puede sumergirse en la tranquilidad después de un día de exploración. El desayuno era un verdadero festín, con panes marroquíes deliciosos, como un desfile de sabores en la mesa cada mañana. ¡Todo un lujo!

Algunas calles complicadas

Todo bien, cumple su propósito. El spa ofrece tratamientos completos y profesionales.

Estuvimos descansando durante tres noches en este encantador lugar mientras explorábamos Marrakech. Me encantó la atención de Fati, quien nos ofreció una cálida bienvenida y una interesante introducción a la ciudad. La ubicación es excelente, a solo unos minutos a pie de la plaza Jemaa el-Fna, lo que facilitó nuestras salidas. Además, disfrutamos mucho del desayuno que servían, tanto por la variedad como por la amabilidad del personal.

La ubicación es un poco difícil de encontrar, pero el riad es verdaderamente elegante y tranquilo.

paz interior, atención personalizada, barrio concurrido.

Me hospedé una noche en la Giena Suite. La habitación tenía una buena decoración, pero era un poco pequeña para mi gusto. La cama era cómoda, aunque los colchones estaban un pelín duros. Al principio, el ambiente del lugar me gustó, la atención fue bastante buena, pero con el terremoto todo se volvió un caos y no pude dormir bien. Pero la presentación y el trato del personal al llegar fueron geniales.

El desayuno era un verdadero festín con panes marroquíes deliciosos. Las calles para llegar son complicadas, especialmente en horas punta.

al principio, el acceso fue un poco complicado. pero disfrutamos de un desayuno delicioso cada día, aspecto destacado por la variedad de panes marroquíes. además, la atención del personal fue excelente y muy acogedora. el ambiente era cálido y cómodo.

el desayuno marroquí cada mañana fue un festín, especialmente con la calidez de huda preparándolo. el ambiente tranquilo y acogedor del riad fue el refugio perfecto después del bullicio de la medina.

las calles para llegar son complicadas.